No puedo sino sorprenderme día a día con el Poder de la Prensa. El pasado jueves me quedó más que claro con el artículo de los ilustres Enrique Méndez y Roberto Garduño, reporteros de La Jornada en la Cámara de Diputados.
Un tipejo de extracción panista que ahora se ostenta como presidente de la Mesa Directiva quiso limitar el derecho de los reporteros a informar, cual temeroso rey, pone a dos chismositos a investigar que es lo que se publica o no en la Sala de Prensa del Recinto Legislativo, la denuncia hace eco, ese día los reporteros le cuestionan.
Repito, el señor está temeroso, en un arranque de ira, acusa de chayoteros a los que son capaces de hacerlo o deshacerlo, el final ya lo sabemos, pero ¿qué más le esperará al Señor Presidente?, quizá el mundo nunca lo sabrá.
Un tipejo de extracción panista que ahora se ostenta como presidente de la Mesa Directiva quiso limitar el derecho de los reporteros a informar, cual temeroso rey, pone a dos chismositos a investigar que es lo que se publica o no en la Sala de Prensa del Recinto Legislativo, la denuncia hace eco, ese día los reporteros le cuestionan.
Repito, el señor está temeroso, en un arranque de ira, acusa de chayoteros a los que son capaces de hacerlo o deshacerlo, el final ya lo sabemos, pero ¿qué más le esperará al Señor Presidente?, quizá el mundo nunca lo sabrá.